La auditoría energética en empresas es una herramienta clave para identificar oportunidades de ahorro energético, reducir el impacto ambiental y mejorar la competitividad. En un contexto marcado por la volatilidad de los precios de la energía y el endurecimiento de las normativas ambientales, realizar una auditoría energética ya no es solo una recomendación: es una necesidad estratégica.
En este artículo, te explicamos qué es una auditoría energética para empresas, en qué consiste el proceso y por qué tu organización debería llevarla a cabo cuanto antes.
¿Qué es una auditoría energética para empresas?
Una auditoría energética es un estudio técnico detallado del comportamiento energético de una instalación o conjunto de instalaciones. Su objetivo es identificar los principales usos significativos de la energía (USEs), analizar su rendimiento y proponer medidas de ahorro energético (MAEs) técnicamente viables y económicamente rentables.
La auditoría debe seguir criterios de proporcionalidad, representatividad y trazabilidad, tal como establece el Real Decreto 56/2016, que obliga a realizar auditorías energéticas cada cuatro años a empresas que superen ciertos umbrales de tamaño o facturación.
¿Qué incluye una auditoría energética?
Una auditoría energética empresarial bien ejecutada suele incluir:
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Recopilación de datos históricos
consumos energéticos por vectores (electricidad, gas, combustibles), producción asociada, horarios, etc.
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Visita técnica a instalaciones
inspección in situ de los equipos consumidores de energía y de los procesos productivos.
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Análisis de eficiencia
evaluación del rendimiento de sistemas como climatización, iluminación, procesos térmicos, equipos auxiliares, etc.
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Detección de oportunidades de mejora
identificación de medidas como la optimización de la potencia contratada, instalación de variadores, renovación de equipos, autoconsumo fotovoltaico, entre otros.
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Plan de acción priorizado
propuestas con su inversión estimada, ahorro energético y periodo de retorno.
¿Qué empresas están obligadas a realizar una auditoría energética?
Según el RD 56/2016, están obligadas las grandes empresas, es decir:
- Aquellas que ocupan a más de 250 personas.
- O tienen un volumen de negocio superior a 50 millones de euros y un balance general anual que supere los 43 millones de euros.
Esta auditoría debe cubrir al menos el 85% del consumo energético total de la empresa, y debe renovarse cada 4 años.
Beneficios de realizar una auditoría energética en empresas
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Reducción de costes energéticos
sostenidos en el tiempo.
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Cumplimiento normativo
y evitación de sanciones.
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Detección de ineficiencias ocultas
y eliminación de consumos innecesarios.
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Acceso a subvenciones públicas
y programas como los Certificados de Ahorro Energético (CAE).
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Hoja de ruta para la descarbonización
y mejora del desempeño energético.
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Mejora de la imagen corporativa
y alineación con los objetivos ESG (ambientales, sociales y de gobernanza).
¿Qué diferencia una buena auditoría energética?
No todas las auditorías son iguales. Una auditoría energética de calidad debe ser:
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Personalizada
adaptada al sector y los procesos de cada empresa.
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Rigurosa y cuantitativa
con cálculos claros de ahorros y retorno de inversión.
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Trazable
con justificación técnica y documental de cada propuesta.
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Útil y accionable
con medidas viables que puedan implementarse a corto y medio plazo.
La auditoría energética empresas es mucho más que un requisito legal. Es una oportunidad real para mejorar la eficiencia, reducir costes y posicionarse como una organización comprometida con la sostenibilidad.
En Cavo Energías, acompañamos a nuestros clientes desde el diagnóstico inicial hasta la implantación de las medidas recomendadas, facilitando también la gestión de subvenciones y la tramitación de CAEs.
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